Sin ti no podría estar aquí

Hace setenta años naciste en El Frío.



Suponemos que en la madrugada, porque la referencia de Carmen, tu mami, nunca la pudimos precisar. Lo más cercano que llegamos fue a "de 3 a 5 de la mañana".

La Cuarta de catorce partos, once de los cuales "si se dieron".

Aprender a leer y llevarle las cuentas a Don Cruz fue una sola cosa.

Consentida de tu papi, con quien tuviste una relación hermosamente especial. Tuviste? Aun a diez y siete años de su ausencia, sabemos que por tu alrededor esta la mano grande y suave de mi querido abuelo.






Saliste a estudiar a San Cristóbal la carrera que te sacaba de tu pueblo, a pesar de no ser la de Farmaceuta, que te llamaba la atención. A pesar de ello, mantuviste tu nombre en los primeros lugares de tu casa de estudios, porque tu estabas allí para sacar a flote a tu familia, no a lamentarse de lo que no pudo ser.



Cerraron "La Normal" y culminaste tus estudios más cerca de casita.



Regresaste triunfadora y a encargarte con tu título de retribuir el sacrificio de tus papis.



Apoyaste la culminación de estudios de quienes, viniendo tras de ti, si así lo quisieron. Y te quedó la "maña", pues aún eres a quien todos llaman para conciliar.



Tuviste dos hijos biológicos y perdí la cuenta de cuantos que no: Rafaelito, Minimo, Tame, PAblo José, Rosa, Iris, Cleo, Vicente, Eliecer, Cruz María, Baldomero, San Martin, Luis Enrique, Marco Antonio, Elizabeth... Faltan tantos que tendrán que disculparme, porque estuvieron antes de mí y no consulte con la "Madre" para dejar sus nombres aquí. Sólo sepan que ella si los mantiene en su especial corazón de pan dulce.

Como tu nombre, haz sido y sera la piedra de sostiene a todos, aun cuando no todos tienen la nobleza de reconocerte.

Mujer intuitiva, perspicaz, cariñosa, bondadosa, noble, tenaz, elegante, amorosa, amiga incondicional, docente maravillosa, creyente de fe inquebrantable.



Ya les dije que era un pan dulce?



Tal cual! Debo confesar que a veces se sale de la bolsa plástica y se endurece aparentemente, pero con toda la razón.

Mami, te amo.

Pido perdón por todas las veces que no me porte como debía.




Y doy gracias a mi Dios consentidor, por que sin ti no se que sería de mí.




Esta canción me acerca más a ti...



Tiene un preámbulo que a pesar de ser cierto, no quisiera que estuviese...

Más no conseguí otro, así que para ti.. ve lo que sabes que es tuyo..